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En los últimos años ha crecido notablemente la demanda de reformas integrales. Este servicio, cada vez más apreciado, no se limita a la renovación de una sola habitación. Al contrario, las reformas integrales se encargan de rehabilitar toda una vivienda, local comercial o nave industrial. A continuación, vamos a analizar las medidas indispensables que se deben tomar antes de comenzar una reforma integral.

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Legislación para reformas integrales

Cualquier cambio o renovación de una vivienda debe notificarse y ajustarse a la ley. Las reformas integrales, que implican obras complejas, deben ser notificadas a las administraciones públicas correspondientes. Por norma general, se debe acudir a la institución pública municipal. De este modo, se garantizan los criterios de calidad y seguridad mínimos para empezar la obra.

Es la empresa de reformas o el arquitecto que está al mando quién normalmente se ocupa de realizar todos los trámites burocráticos oportunos. Estas formalidades y gestiones relacionadas con las licencias para rehabilitar un espacio son indispensables para poder comenzar cualquier obra. Es un alivio para la mayoría de clientes que la empresa en cuestión se encargue del papeleo a lo largo de todo el procedimiento. Es lo más cómodo para ambas partes, ya que el cliente no conoce los plazos y perdería mucho tiempo. En cambio, la empresa de reformas está acostumbrada a trabajar con ellos y puede agilizar el proceso.

Pasos de una reforma integral

Sin duda, un proyecto de reforma integral requiere un estudio previo de las necesidades del cliente y de las características de cada uno de los espacios. Uno de los primeros pasos, además de definir un presupuesto, es analizar el estado de las instalaciones. Rehabilitar una vivienda no solo consiste en tirar dos paredes, cambiar baños y pintar. Antes que nada, se deben definir los cambios que no se ven a primera vista, como el cableado, el aislamiento o los conductos de ventilación. Aunque no solemos darle importancia, este tipo de modificaciones son muy importantes en una rehabilitación y pueden hacer variar notablemente nuestro presupuesto.

Otro punto importante a tener en cuenta en una reforma integral es la coherencia entre espacios. Es decir, se debe intentar que toda la vivienda comparta el mismo ambiente. Para conseguirlo, se estudia el uso de materiales, acabados y estilos de decoración.

Resumiendo, la base de cualquier reforma integral es la información que recoge el proyecto. Este documento inicial reúne todos los datos importantes en relación a la obra. En el diseño de un proyecto también suele participar el cliente, puesto que conviene que sus intereses sean incluidos en él. Sus necesidades son prioritarias, siempre dentro del marco del asesoramiento técnico de los profesionales de la empresa.

El proyecto de una obra contiene información acerca del presupuesto, los plazos, los materiales a utilizar… En definitiva, resume todos los aspectos técnicos relativos a la construcción. Además, todas las acciones están convenientemente presupuestadas y desglosadas. En resumidas cuentas, no solo se trata de un documento informativo sino que también aporta seguridad sobre las condiciones de la obra al cliente. La aprobación del proyecto supone un compromiso con la realización de la reforma integral en unas circunstancias acordadas por las dos partes.

¿Quién interviene en una reforma?

Cuando hablamos de la rehabilitación integral de una vivienda, no nos referimos a un único aspecto del inmueble. Es decir, se trata de abordar todas las mejoras posibles dentro de una misma intervención arquitectónica. Por lo tanto, aunque el proyecto lo realice un arquitecto o un despacho dedicado a las rehabilitaciones, intervienen varios actores. A grandes rasgos, en este tipo de reformas suelen participar arquitectos, delineantes, aparejadores, interioristas, topógrafos, albañiles, electricistas y fontaneros, entre otros profesionales del gremio de la construcción.

Es el supervisor del proyecto o jefe de obra quién se encargará de subcontratar, supervisar y coordinar el resto de profesionales y empresas que participarán en la obra.

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Ejecución de una reforma integral

En el marco del proyecto tiene una relevancia especial la fase de ejecución. Es durante esta etapa cuando se llevan a cabo las operaciones que se han perfilado sobre los planos. Los operarios de la empresa y los inspectores externos son los encargados de supervisar la calidad de la construcción.

Este control de calidad se llevará a cabo en aspectos tan diversos como los materiales empleados o las condiciones de seguridad de los trabajadores. De hecho, supone una nueva garantía para el cliente que se suma a la que le aportaba el proyecto. Además, en las obras actuales se tienen muy en cuenta algunos requisitos que ya se han convertido en obligatorios. Como los criterios de eficiencia energética (por ejemplo, los aislamientos técnicos y acústicos) y, en general, la reducción de la huella ecológica.

En esta fase hay que plasmar con precisión la distribución que se ha acordado en el proyecto, teniendo en cuenta la futura decoración de la estancia y el mobiliario principal. Además, antes de cambiar tabiques y levantar nuevas paredes se debe finalizar la instalación de los principales suministros como el agua, el gas, la electricidad o la climatización.

Decoración e interiorismo en una reforma

Las reformas integrales culminan con un proyecto de decoración e interiorismo a su altura. Durante estos últimos años, este sector se ha profesionalizado y se ha convertido en un paso imprescindible en cualquier reforma. Por este motivo, decoradores e interioristas trabajan junto al resto del equipo para realizar una reforma totalmente integral. Hoy en día, la estética y la funcionalidad van de la mano para adaptarse a las necesidades del cliente.

Como hemos comentado anteriormente, el interiorismo seguirá la misma línea de coherencia que el resto de la obra. Esta se plasmará en los colores, el material, la distribución y la elección del mobiliario. El decorador, con la previa aprobación del cliente, se encargará de crear un ambiente donde todos los elementos estén enlazados.

Hoy en día, los estilos decorativos que han conquistado las revistas de decoración son el escandinavo y el industrial. Aunque siempre existen una o varias tendencias de vanguardia, un decorador o interiorista sabrá cómo crear un proyecto actual, que siga la estética del momento, y a la vez, darle un toque personal.

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