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Son una nueva “tendencia” en las calles. Debido a la expansión de la pandemia de coronavirus, el uso generalizado de mascarillas se ha convertido en un hecho. Si tú tampoco tienes muy claro cuántos tipos de mascarillas existen, qué utilidad tiene cada una y cómo puedes fabricarte y cuidar tu propia mascarilla casera, este es tu post. Además, recuerda que en nuestro centro podrás encontrar el curso online de auxiliar de farmacia, con el que especializarte en este ámbito. ¡Vamos allá con el post de hoy!

Tipos de mascarillas: quirúrgicas o de protección respiratoria

En la que parece la pandemia más importante del siglo XXI, la expansión de medidas de protección personal e higiene han sido lideradas por los productos hidroalcohólicos, los guantes y las mascarillas. A pesar del debate sobre su utilidad y los diferentes posicionamientos entre instituciones sanitarias, todavía somos muchos los que nos preguntamos cuántos tipos de mascarillas existen y cuál es su efectividad.

Pues bien, principalmente podemos distinguir dos tipos de mascarillas: las mascarillas quirúrgicas y las mascarillas de protección respiratoria. De estas dos clasificaciones de las mascarillas, podemos tener rápidas respuestas en cuanto a su uso.

Por una parte, las mascarillas quirúrgicas están especialmente pensadas para usarse en, valga la redundancia, quirófanos. Con ellas, el profesional de la salud impide que el aire que exhala expanda virus, partículas o bacterias que puedan infectar o llegar hasta las personas que están a su alrededor.

En cambio, el segundo de los principales tipos de mascarillas, el de protección respiratoria, permite filtrar el aire que se inhala del exterior. Es decir, evitan que virus, partículas o bacterias lleguen a la boca o nariz de la persona que la usa. Ahora bien, este tipo de mascarilla puede ser clasificada en otros tres grupos. Veámoslos a continuación.

La mascarilla de protección respiratoria: tipos de mascarillas

La mascarilla de protección respiratoria también es conocida con el nombre de Mascarilla FFP (Filtering Face Piece, por sus siglas en inglés). Según la normativa y regulación de la Unión Europea, pueden haber hasta tres tipos de mascarillas FFP, veamos a continuación cuál es su diferencia.

Mascarilla FFP1:

La mascarilla FFP1 ofrece un 78% de eficacia de filtración mínima y tiene un 22% de posibilidades de fuga exterior. Su principal función es proteger contra residuos no tóxicos y no fibrogénicos de aerosoles o polvos. También filtra los olores desagradables.

Mascarilla FFP2:

Su eficacia es del 92% y la posibilidad de fuga se reduce al 8%. También amplía su capacidad de protección hacia agentes fibrogénicos e impide la inhalación de aerosoles, humos o polvo.

Mascarilla FFP3:

Hasta el 98% de efectividad de filtración y solo un 2% de fuga. Su actuación evita el contacto con agentes venenosos y tóxicos, aerosoles y humos. Protege de bacterias, virus y esporas de hongos.

Mascarillas caseras: ¿cómo hay que hacerlas?

Ante la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, la posibilidad de adquirir mascarillas de protección respiratoria se ha visto reducida. Por ello, son muchas las personas que se han puesto manos a la obra a crear sus propias mascarillas caseras.

Asimismo, también son ya varios los organismos e instituciones que se han pronunciado sobre este asunto. Y es que aunque su efectividad no es la misma, usarlas durante las pocas excursiones que hacemos al exterior, puede hacer que nos sintamos un poco más protegidos.

A continuación, compartimos las indicaciones para crear tu propia mascarilla casera siguiendo las recomendaciones de los expertos:

¿Qué tejido usar para crear una mascarilla casera?

Aunque no hay aún estudios específicos para la pandemia del coronavirus, sí los hay para la gripe, un virus con una extensión parecida al SARS-CoV-2. Por ello, los expertos se apoyan en estos datos, que indican que el algodón es el mejor tejido para las mascarillas caseras, seguido de las bolsas de aspiradora y los trapos de cocina, que también demuestran cierta eficacia para filtrar el aire.

Rigidez del material

Además de la capacidad de filtrar el aire de los materiales, también hay que tener en cuenta la rigidez de los mismos. Lo mejor es usar dos capas o hasta tres capas de algodón para crear tu mascarilla casera. Además, recuerda que cuando más rígido sea el material, menos protección puede haber, ya que estos materiales dejan un espacio entre la cara y la mascarilla casera.

Protección extra

Otra de las medidas que se pueden tomar para crear una mascarilla casera es la de apostar por una combinación de materiales o tejidos. Por ejemplo, se puede crear un librito de algodón (cuanto más opaco mejor) y, en medio, colocarle un papel de filtro de cafetera, de aspirador o un trapo de cocina.

Lavado de mascarillas caseras

Como ya hemos comentado, la efectividad y protección del as mascarillas hechas en casa no es tan elevada como las homologadas. Por ello, es importantísimo que cuando ya tengan un uso, se las higienice y lave correctamente. Lo mejor es conseguir varios modelos de mascarilla casera (Con una camiseta se pueden hacer hasta tres, por ejemplo) y lavarla en la lavadora a 60º tras su uso. Lo que sí se ha podido demostrar es que los virus se mueven más fácilmente en tejidos húmedos,

Distanciamiento y medidas de protección individual

Si te vas a poner a coser tu propia mascarilla casera, recuerda que su uso no significa una protección total. Por ello, los expertos siguen recordando que lo mejor es cumplir a rajatabla las medidas de protección e higiene personal. Lavado de manos periódico, evitar tocarse la cara, mantener un distanciamiento social y evitar salir de casa lo máximo posible.