Una de las formas más sencillas y menos exigentes para perder peso es caminar. Si caminamos a buen ritmo durante una hora al día (lo que vendrían a ser unos 10.000 pasos) podremos perder unas 300 calorías extra. Empezamos a quemar grasa caminando cuando llevamos un ritmo de 100 pasos por minuto, aproximadamente. ¿Qué más motivas necesitas para ello? Para que esta práctica surta efecto, no obstante, debemos seguir las 7 reglas para adelgazar caminando. ¡Presta atención, toma nota e incorpora este nuevo hábito a tu rutina!
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Cómo se debe empezar a caminar para bajar de peso
Adelgazar caminando es posible y es uno de los métodos más eficaces y sencillos para lograrlo. Incorporar unos minutos al día de caminata a nuestra rutina puede marcar la diferencia e impulsarnos hacia una vida más sana. Pero, ¿cómo empezar a caminar para bajar de peso? Estos son algunos consejos útiles:
- Calzado cómodo. Lleva unos zapatos que no te hagan herida, que sean cómodos y faciliten el movimiento. Evita tacones, botas y sandalias que puedan terminar siendo una molestia.
- Vístete adecuadamente. Utiliza ropa indicada para caminar. No es necesario que sea ropa deportiva, pero evita aquellas piezas que dificulten mucho tu movimiento y te resulten incómodas.
- Escoge un buen momento. Si hace frío, camina por la tarde cuando hay mejor temperatura y, si hace calor, aprovecha las horas más frescas del día.
- Empieza suave. Tu cuerpo no está preparado, así que lo mejor es que cojas la costumbre antes de aumentar la velocidad o pasar a correr algún día a la semana. Paso a paso.
- Cuenta los pasos. Utiliza una app o un cuentapasos para ver tus progresos. Ser conscientes de todo lo que logramos con el hábito diario es una motivación más para seguir.
Las 7 reglas para adelgazar caminando
En este proceso podremos llegar a perder un kilo al mes, siempre que se combine el andar con una dieta saludable o una actividad física complementaria. La clave está en la constancia y en seguir las siguientes 7 reglas para adelgazar caminando.
Controla la velocidad
Para perder peso caminando debes llevar un ritmo de 4,8 kilómetros por hora, como mínimo. Esta velocidad te permite caminar rápido y quemar grasa, pero no llega hasta el punto de correr ni trotar. Así, puedes mantener una buena velocidad y un ritmo ligero para adelgazar caminando.
Hazlo de forma regular
Debes incorporar este nuevo hábito a tu rutina. Para obtener buenos resultados hay que realizar la actividad de manera frecuente, lo que significa andar una hora tres veces por semana, como mínimo. ¿Estás preparado para asumir este compromiso?
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Utiliza una pulsera de actividad
Añade el uso de las nuevas tecnologías en esta práctica. Son perfectas para ayudarte a controlar el peso que pierdes, tu velocidad, el ritmo y muchos otros indicadores útiles en el proceso. Si no dispones de una pulsera, puedes utilizar las aplicaciones de teléfono móvil que cumplen con la misma función.
Mantén una postura correcta
Es tan importante como el ritmo. No solo te permitirá perder peso, sino que te ayudará a evitar cualquier lesión de espalda. Po ello, esta tiene que mantenerse erguida y no hay que realizar grandes zancadas. Otra regla para adelgazar caminando es no mirar al suelo y controlar el movimiento de los brazos.
Viste adecuadamente
Las zapatillas tienen que ser cómodas y la ropa debe ser transpirable, preferiblemente de algodón. Esto te permitirá estar cómodo en el trayecto, algo indispensable para cumplir con las 7 reglas para adelgazar caminando.
Varía el ritmo
Mantener una buena velocidad no significa que tengas que mantener el mismo ritmo. Lo mejor es que varíes la intensidad. Para ello, puedes combinar la caminata con ejercicios como subir o bajar escaleras, por ejemplo, que te ayudarán a mantenerte en forma.
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Hazlo agradable
La única manera para ser constante es disfrutar. De nada te servirá dedicar este esfuerzo al proceso si después lo abandonas porque no lo soportas. Por eso, conviértelo en algo agradable escuchando música, un audiolibro o un podcast que te guste. También puedes escoger rutas diferentes cada vez y encontrar tus lugares favoritos. ¡Lo que sea para convertirlo en uno de tus hábitos más placenteros!
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