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¿Qué puedes hacer para estudiar mejor y concentrarte más? Debes saber que existen cambios positivos que puedes incluir en tu rutina de estudio y que influyen de forma significativa en los resultados académicos. Así que, en este post vamos a facilitarte algunos consejos básicos para que puedas empezar a cambiar tu manera de estudiar. Y recuerda que en Esneca apostamos por la metodología e-learning, que te capacita para que puedas formarte desde casa y a tu ritmo. Consulta aquí toda nuestra oferta formativa ¡y empieza tu experiencia educativa con nosotros!

Qué debemos tener en cuenta para estudiar mejor

Cuando nos ponemos a estudiar, hay muchos factores que influyen a la hora de retener los conocimientos que queremos adquirir. Nos referimos a distracciones como el móvil, el portátil, el cuchicheo entre dos personas, etc. Pero hay otros aspectos que se deben tener en cuenta, como son:

Horas de estudio

Hay estudiantes que le dedican mucho esfuerzo y horas de estudio, aunque cantidad no sea mejor que calidad. Lo mismo sucede con la cantidad de información que se quiere aprender y retener.

Lo más recomendable es dedicar más tiempo a aquellas asignaturas o módulos más complejos, ya que las materias que uno mismo considere más sencillas no requieren de una preparación tan intensa. Lo ideal está en dedicar entre dos y tres horas de estudio cada día. Es la duración óptima para mantener un buen nivel de concentración.

Lugar de estudio

El espacio donde se estudiará también influye mucho. Si bien es cierto que la decisión final es totalmente personal, hay algunos estudiantes prefieren acudir cada día a la biblioteca. En ese caso, el mejor lugar es aquel que está alejado de la puerta de entrada, evitando así múltiples distracciones.

Por el contrario, hay otros alumnos que se concentran mejor estudiando en casa. En ese caso, es recomendable que el escritorio esté situado en una estancia luminosa, ordenada y silenciosa, además de dejar en otra habitación todo aquello que pueda distraer.

Consejos para estudiar mejor

Seguramente te habrá pasado que has estudiado para un examen pero los resultados obtenidos no eran los que esperabas o querías. Esto suele suceder cuando la forma de estudiar no ha sido eficiente, es decir, que no se ha ahorrado energía y tiempo. Por ello, aquí te facilitamos una serie de consejos para que puedas lograr tus objetivos a través de un estudio eficiente y mejor. Toma nota.

Preparar el espacio de estudio, libre de distracciones

Está claro que las distracciones reducen mucho el rendimiento a la hora de estudiar. Por lo que, se recomienda:

  • Preparar la habitación. Antes de estudiar se recomienda tener la habitación limpia y ordenada, al igual que el escritorio.
  • Alejar los dispositivos móviles. Se debe dejar el móvil (en silencio) o el portátil fuera del alcance o en otra habitación.
  • Usar tapones. Hay personas que se desconcentran al mínimo ruido, por lo que es recomendable utilizar tampones o auriculares para reducir el ruido.

Elegir el mejor momento para estudiar

Hay personas que rinden más estudiando por la mañana, mientras que otras por la noche. El punto está en que debemos asegurarnos en dormir y descansar por la noche, ya que mejora la memoria y el aprendizaje. Según varios estudios, la mente funciona mejor si retiene textos complicados durante el día y revisarlos por la noche, antes de ir a dormir.

Establecer un tiempo de estudio diario

Crear un calendario de estudio sirve de guía en la organización del tiempo diario. Los intervalos de tiempo cortos son recomendables para estudiar apuntes y memorizar, pero las tareas que implican redacción o ejercicios prácticos suelen requerir de más tiempo. Asimismo, es imprescindible hacer descansos de entre 5 y 10 minutos para estirar las piernas y desconectar. Los tiempos de descanso también implican comer sano, apostando por los frutos secos o fruta.

Definir un plan de estudio

Una vez establecido el tiempo de estudio diario, es muy importante planificarlo. Es decir, según al criterio de uno mismo, se recomienda dividir el temario o los módulos por días. Esto contribuye a reducir el estrés, alcanzar objetivos, aumentar la productividad y hacer una mejor gestión del tiempo.

Emplear el estilo de aprendizaje más eficaz (para uno mismo)

Hay personas que suelen hacer esquemas o tomar apuntes para retener conceptos e ideas. Pero existen otras formas de estudiar que pueden funcionar mejor o peor, según la persona. Concretamente hay cuatro estilos de estudio diferentes, siendo estos:

  • Auditivo. La persona prefiere aprender escuchando.
  • Visual. Se aprende a través de ver las cosas, ya sea a través de diagramas, esquemas visuales, etc.
  • Lector y escritor. Es el más común, ya que implica leer y tomar notas o hacer esquemas para estructurar la información. De hecho, la comprensión lectora es esencial durante el estudio de un tema. Primero, se recomienda una lectura general del contenido. Después, profundizar en las ideas principales, subrayando los conceptos clave.
  • Kinestésico. Implica poner en práctica todo lo aprendido, ya sea dibujando diagramas o haciendo fichas didácticas.

Explicar a otra persona lo aprendido

Si compartes piso con otros estudiantes, es un buen método para repasar es poner en común y explicar con nuestras propias palabras todos los conocimientos adquiridos. Es una buena manera de memorizar y plasmar cómo se ha entendido la información. Además, sirve para que uno mismo se dé cuenta de aquello que recuerda más o menos. También se puede recitar en voz alta todo lo aprendido.

Reglas mnemotécnicas para estudiar mejor

Un truco para estudiar y retener mejor toda la información es a través de las reglas mnemotécnicas. Se tratan de unas técnicas mentales que sirven para vincular una idea, número o lista con una imagen mental. De esta manera, nuestra mente crea un espacio y lo ordena en base a las asociaciones que hacen que recordemos mejor y a largo plazo toda la información.

Algunas reglas mnemotécnicas que seguramente habrás escuchado hablar, o incluso has empleado sin saberlo, son:

  • Método LOCI. Permite asociar lugares a palabras que tenemos que recordar.
  • Regla de longitud de palabra. Sirve para memorizar números muy largos. Se cambia cada número por una palabra que tenga ese número de letras.
  • Regla de la fábula. Se trata de una técnica muy sencilla porque se trata de inventar una historia que contenga la información que tenemos que recordar.
  • Regla de la primera letra. Consiste en coger la primera letra de los conceptos que hay que memorizar para utilizarlas en frases sencillas.

¿Y qué beneficios tiene estudiar?

Nunca es tarde para seguir aprendiendo. Aunque no lo parezca a simple vista, estudiar tiene múltiples beneficios para diferentes ámbitos de la vida. Los más destacables son:

  1. Excelente preparación y enriquecimiento del CV. Además de alimentar la memoria, la creatividad y la concentración, estudiar permite acceder a mejores oportunidades de empleo.
  2. Mayor riqueza de vocabulario, ya que podemos utilizar nuevos recursos que mejoran la comunicación oral y escrita.
  3. Conocerse mejor a uno mismo, descubriendo qué temas nos interesan más y en qué sector nos gustaría trabajar.
  4. Otros beneficios, como la gestión consciente del tiempo, mayor concentración y constancia en las cosas.

Sin duda, estudiar mejor es un objetivo realista en la práctica. Identificar los límites que influyen de forma negativa en nuestra rutina académica es clave para empezar a cambiarlo con los consejos que te hemos facilitado.