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Ya hace días que nuestros gimnasios están vacíos. Pero ello no significa que debamos poner el “pause” en nuestros entrenamientos. Tanto si tu rutina está enfocado a la pérdida de peso, como si quieres ganar musculatura, una buena idea es montar tu propio gimnasio en casa. ¿No sabes por dónde empezar? Te lo contamos en este post. Además, recuerda que en Esneca podrás encontrar el máster online en personal trainer con el que especializarte en este ámbito.

Gimnasio en casa: la opción lowcost y personalizada

Para gustos, colores. Así reza el dicho popular. Y en cuanto a gimnasio y deporte, este refrán se cumple a la perfección. ¿Cuántas personas hemos oído decir eso de que “no me gusta correr”? O ¿cuántos de tus amigos han dicho alguna vez aquello de “las máquinas me aburren”?

Si algo positivo tiene el deporte es que sus prácticas y disciplinas son muy variadas y distintas. Por ejemplo, mientras algunos disfrutamos de nuestra carrera matutina, otros no podemos perdernos nuestras clases semanales de aeróbic, spinning o yoga.

Sin embargo, ya hace semanas que nuestros centros deportivos se han visto obligados a bajar persianas por la pandemia del coronavirus. Y lo cierto es que somos muchos los que empezamos a añorar nuestras sesiones deportivas. Por ello, hoy os explicamos cómo podéis montar vuestro propio gimnasio en casa. ¿Y lo mejor? Por muy poco dinero y a vuestro gusto.

Gimnasio en casa según tus preferencias

Con un poco de imaginación, un poco de voluntad y algún que otro material, construir tu propio gimnasio en casa no es una idea loca. Para que funcione, además, deberás añadirle algo de compromiso, un poco de ganas y sobre todo, algo de sudor. Veamos por partes cómo montar tu gimnasio casero.

Elige un espacio adecuado

Es normal que una de las primeras preguntas que te surjas a la hora de pensar en tu gimnasio en casa es: ¿dónde lo monto? Para elegir un lugar donde colocar tu gimnasio casero, deberás tener en cuenta varios aspectos. Primero, intenta localizar un espacio en tu casa que pueda estar ocupado semipermanentemente por tus utensilios de gimnasio.

No estamos diciendo que debas instalar el gimnasio en un lugar permanente. Pero andar cada día montando y desmontando el espacio para hacer deporte nos hará perder la motivación. ¡Y eso sí que no podemos permitírnoslo!

Elige un espacio, además, que puedas ventilar rápidamente y que te evite golpes innecesarios. Todos tenemos en mente esa “patada voladora” que hacemos mientras cumplimos nuestra rutina. Y también nos acordamos de ese mueble o de esa lámpara que tanto nos gusta. Evitemos disgustos antes de tiempo.

El material de tu gimnasio casero

Lo siguiente que deberás determinar antes de montar tu propio gimnasio en casa es el tipo de ejercicio que practicarás en él. No todos tenemos al alcance del bolsillo la posibilidad de comprarnos máquinas como una cinta de correr o una bici estática. Si sabes que vas a dedicar tus horas de entreno a la musculación, por ejemplo, hazte con un kit de mancuernas.

Si te vas a dedicar, en cambio, al cardio o a los ejercicios rutinarios, puedes empezar haciéndote con una esterilla y una “fitball”. Si a estos dos objetos le sumas una cuerda de saltar o unas bandas elásticas, tu gimnasio en casa estará prácticamente equipado para cualquier rutina de entrenamiento en casa.

Ideas para entrenar en casa si eres principiante

Si estás buscando algunas ideas para entrenar en casa y tus conocimientos sobre las rutinas están al nivel de “principiante”, no te preocupes. Sabemos que estás deseando estrenar tu recién gimnasio casero, por ello te dejamos con algunas ideas.

Para empezar, debes saber que si no puedes entrenar cada día, lo mínimo recomendable por los expertos es hacerlo unos tres días a la semana. Empieza todos tus entrenos con unos cinco minutos de calentamiento. Puedes hacerlos a un ritmo medio para calentar tus músculos y que tu cuerpo entre en calor.

Uno de los ejercicios que podrías enlazar en tus entrenos, que deberían durar al menos una media hora son las flexiones. Con ellas, fortalecemos no solo nuestros brazos, sino también la espalda, el pecho y los hombros.

Incluye también la plancha, un ejercicio que, con mil variedades que podrás encontrar en la red, te ayudará a trabajar el core. Esta postura consiste en mantener el cuerpo recto sobre los pies (en punta) y los codos.

Finalmente, no te olvides de añadir los burpees. Ese ejercicio que amarás y odiarás a partes iguales. Y es que, con este ejercicio vas a poner tus pulsaciones a tono y ejercitarás tu cuerpo tanto a nivel superior como a nivel inferior. Consiste en dar un salto, apoyar tu peso en los brazos y bajar tus pies hasta tocar el suelo de puntillas. Luego, dobla tus rodillas con un salto, incorpora tu cuerpo y vuelve a saltar.