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Contemplar con admiración un antiguo hotel, la sede de una prestigiosa universidad o un monasterio es una experiencia muy enriquecedora. Como imaginarás, puede serlo aún más si aprendes a distinguir los diferentes estilos arquitectónicos bajo cuyas directrices fueron concebidos estos edificios. La arquitectura es un arte que llena nuestras ciudades con obras de inmenso valor. ¿Te apasiona este ámbito? No te pierdas nuestro catálogo formativo. Estudiar interiorismo online y fórmate en el sector que más te apasione.

¿Cómo se definen los estilos arquitectónicos?

Las tendencias en diseño de todos los tipos de edificaciones han ido cambiando en las distintas épocas. La clasificación de cada estilo puede hacerse siguiendo varios parámetros, diferentes a lo largo de la historia. Se basan en la forma y composición que adoptan los distintos elementos arquitectónicos, así como en los materiales y métodos de construcción.

Las variadas corrientes artísticas se inscriben en el contexto cultural de cada período. La religión predominante, las creencias, los valores y la prosperidad de la población son dinámicas que crean diferentes tipos de diseño. Las nuevas tecnologías y materiales y, obviamente, el clima, son aspectos que influyen también en la aparición de nuevos estilos arquitectónicos.

Cada una de las corrientes puede trasladarse a otras regiones y cambiar para adaptarse a los nuevos contextos culturales. Así, por ejemplo, el Renacimiento comenzó en Italia a mediados del siglo XV y se extendió por varios países de Europa. Siglos más tarde, puedes encontrar edificios de estilo renacimiento en Francia, España, Bélgica y Alemania, cada uno con características propias.

Edad Antigua

Seguramente te has conmovido con los deslumbrantes edificios de la época de los griegos y con la enormidad del Coliseo de Roma. Los pueblos que hablaban griego se extendieron por la Península Ibérica, Asia Menor, Italia y las islas del mar Egeo.

Griego clásico

Esta civilización construyó muchas clases de edificios, como estadios y teatros. Sin embargo, su construcción más emblemática y característica es el templo. Su base era rectangular y estaba rodeada por un elemento que encontramos con mucha frecuencia: las columnas. Estaban rematadas por capiteles en estilos dórico, jónico y corintio, el más elaborado. Los materiales de construcción que prevalecieron fueron la piedra y el mármol.

Romano clásico

La fusión del arte de los griegos con el etrusco es la base de este estilo arquitectónico. Los materiales de construcción más importantes fueron la piedra y la madera, y con ellos se elaboraron vigas y arcos. La bóveda, expresión tridimensional de estos últimos, se introdujo entre los elementos más utilizados. Las casas se decoraban con mosaicos en pisos, murales y paredes.

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Edad Media

En la edad media, son característicos los austeros espacios creados por el arte románico y la sobrecogedora belleza de las catedrales góticas. Como sabes, expresan el gran desarrollo que pueden alcanzar los diversos estilos arquitectónicos.

Románico

Fue el primer estilo que nació en este periodo histórico. Como elementos característicos vas a encontrar las bóvedas de medio cañón y el arco de medio punto como evolución del romano. El grosor de los muros otorga a estas edificaciones un aspecto masivo y robusto. Las columnas son cilíndricas y con mucha frecuencia ostentan capiteles labrados. En ellos, la representación de animales, plantas y personas es común.

Gótico

Muchas de las iglesias y abadías románicas fueron reconstruidas con estilo gótico en las zonas donde la prosperidad lo permitía. Al contrario del románico, el gótico es un estilo que busca lo vertical, lo liviano y lo luminoso. Entre sus elementos emblemáticos está el arco ojival que, seguramente, distingues de inmediato. También son característicos los arbotantes y contrafuertes, así como la bóveda de crucería.

Edad Moderna

El estilo renacentista y el barroco son las principales corrientes de este período. Cronológicamente, va desde el siglo XV hasta el XVIII. Una de las características es que los artistas comienzan a ser reconocidos por sus obras de forma individual, lo que se opone a las creaciones colectivas de la Edad Media.

Renacimiento

Este estilo arquitectónico se inspira en el regreso a los valores de la cultura grecorromana. De ahí su nombre, que significa volver a nacer. La proporción perfecta, la simetría y el orden en los elementos fueron muy valorados. Pilastras, columnas, nichos, arcos y cúpulas en arreglos simétricos reemplazaron las antiguas tendencias medievales.

Barroco

La Contrarreforma estimuló la aparición de este estilo. La iglesia católica emprendió la tarea de hacer llegar su fe al mundo mediante el uso de un arte directo y persuasivo.

Como elementos importantes del barroco encontrarás entonces expresiones dramáticas y enérgicas, con decoraciones extravagantes y teatrales contrastes de luz. Se buscó imprimir movimiento y vida a las edificaciones. Se usaron plantas elípticas, los diferentes tipos de arcos, las fachadas con representaciones humanas y las líneas sin continuidad

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Edad Contemporánea

Este período histórico es el más reciente. Acontecimientos como las revoluciones liberales, la Ilustración, el nacimiento de las repúblicas y la Revolución Industrial marcaron los tiempos. Estas son las corrientes de la arquitectura que debes conocer.

Neoclásico

El arte neoclásico se opone al rococó. Los arquitectos fueron llamados utópicos o visionarios por su aspiración a construir edificios geométricos sencillos, de líneas limpias. Inspiradas en modelos griegos y romanos, las edificaciones semejaban enormes templos, pero diseñados para funciones civiles. Las columnas en perfecto orden, la conjunción de formas regulares y la simetría son los rasgos fundamentales. Puedes observarlos en varios edificios gubernamentales de Estados Unidos.

Modernismo

El primer movimiento que nace con el siglo XX busca la proyección hacia el futuro y la novedad. Se da prioridad a la función sobre el diseño y se buscan nuevos materiales. Estos se valoran no solo por su capacidad para crear estructuras, sino por sus posibilidades expresivas. El hierro adquiere protagonismo en rejerías de ornamentadas expresiones orgánicas. Es una manifestación burguesa inspirada en la fauna y la flora que crea construcciones gratas, alegres y elegantes. Seguramente conoces la obra de Antoni Gaudí, un arquitecto modernista fundamental.

Art decó

El más deslumbrante entre los estilos arquitectónicos no solo influyó en la construcción, sino también en la pintura y la escultura. Se inició en Francia antes de la Primera Guerra Mundial, caracterizado por una estética fresca, elegante y vanguardista.

Verás que esta corriente artística utiliza líneas rectas y simétricas. Los edificios son monumentales y recuerdan las construcciones egipcias. Siguiendo la inspiración geométrica, los arcos se transforman en polígonos y los volúmenes se fraccionan en espacios de límites rectos.

La construcción de edificios es parte de la historia de la humanidad. Los estilos arquitectónicos son expresión de cada época y cultura, y nos han proporcionado belleza y utilidad.