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Dueños, inquilinos, inmuebles y agentes. Estos serían, por antonomasia, los principales actores de una inmobiliaria. Todos sabemos qué papel tienen en este ámbito los tres primeros. Sin embargo, son muchas las personas que se preguntan quién es el agente inmobiliario y qué tareas desarrolla. Hoy respondemos a todas las dudas sobre este profesional, sus servicios, funciones y trabajo. Recuerda, además, que en nuestro centro podrás encontrar el máster en agente inmobiliario. Pide ahora información y sigue leyendo.

¿Qué es un agente inmobiliario?

Antes de ver todas las tareas que desarrolla este profesional, es primordial definir esta profesión. Un agente inmobiliario es la persona especializada en la gestión, asesoramiento y mediación en operaciones inmobiliarias. Estas operaciones están principalmente relacionadas con la compra, venta o alquiler de bienes inmuebles.

Aunque lo más usual es que pensemos que solo se dedica a enseñar espacios, este profesional del sector inmobiliario afronta otras muchas tareas. Sin entrar en detalles, está formado en el ámbito de la gestión administrativa y tributaria, tiene conocimientos sobre marketing, pero también es capaz de desenvolverse en el terreno comercial.

Es decir, podríamos definir al agente inmobiliario como un profesional polifacético en el ámbito de la inmobiliaria que es capaz de negociar, asesorar, vender, evaluar, gestionar la burocracia y ejercer de gestor. ¿Todo en uno? ¡Todo en uno! Veamos a continuación en detalle todas las tareas que desarrolla este perfil.

Funciones del agente inmobiliario

Como comentábamos anteriormente, este profesional, aunque polifacético, puede especializarse en diferentes ámbitos. Veamos a continuación cuáles son o pueden ser las funciones de un agente de inmobiliaria.

  • Funciones de administración

Si hay un apartado que puede pasar desapercibido entre las principales funciones de un agente inmobiliario este es el administrativo. Un gestor inmobiliario debe afrontar una gran cantidad de lo que conocemos como “papeleo”.

Entre los diferentes trámites administrativos o burocráticos que debe afrontar se encuentran por ejemplo la redacción de los contratos de compra venta o de alquiler. También son tarea del gestor inmobiliario el trato con los notarios, los representantes legales, la preparación de presupuestos, la redacción de los anuncios…

Por otro lado, el agente de inmobiliaria también es una persona conocedora de la regulación local o regional en el ámbito en el que se mueve. De este modo, puede asesorar siendo consciente de la normativa de arrendamiento de cada municipio en el que trabaja.

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  • Funciones comerciales

Otro de los grandes ámbitos en los que el agente de inmobiliaria desarrolla sus funciones es el sector comercial. Y es que este profesional tiene como máximo objetivo conseguir una operación de compraventa inmobiliaria satisfactoria. En este sentido, debe enfocar sus capacidades en el mundo comercial.

Entre otras tareas, en este punto el agente se ocupa de hacer prospección (buscar nuevos clientes), captarlos, mostrarles los beneficios de contar con él como agente (marketing inmobiliario) o negociar con él las mejores cláusulas o detalles para conseguir una transacción satisfactoria.

En este sentido, cabe destacar que uno de los mayores dones que debe tener un agente inmobiliario es el don de gentes. A partir de este conseguirá tener una buena cartera de clientes que confíe en él, sus capacidades y su manera de trabajar (o la de su agencia, claro está).

  • Funciones de negociación

La parte más importante para que un agente tenga éxito es la de sus funciones como negociador. Ya lo hemos visto por encima en el apartado comercial. El agente que trabaja en una inmobiliaria es un profesional de la negociación y es en ella donde muestra todas sus cartas para cerrar una buena transacción. Aun así, para llegar a este momento debe pasar por las otras dos grandes funciones.

Cuando ha llegado a la negociación de una venta, compra o alquiler de un bien inmobiliario, el agente no puede fallar. El mejor agente es aquel que sabe negociar. Y para saber negociar debe ser empático, conociendo y “descodificando” correctamente al cliente que tiene delante.

Tareas del agente inmobiliario

Específicamente, podemos delimitar y concretar las tareas del agente inmobiliario en las siguientes:

Explorar el mercado inmobiliario

El primer paso crucial al incursionar en el mundo inmobiliario es realizar una exhaustiva exploración del mercado. Esto implica analizar las tendencias actuales, evaluar la demanda y la oferta en la zona objetivo, y comprender las variaciones de precios. De esta manera, será más fácil tomar decisiones informadas y estratégicas en cada etapa del proceso.

Preparar el inmueble para las visitas y realizar los vídeos y las fotos para la venta

La presentación visual de una propiedad desempeña un importante papel en su atractivo para posibles compradores. Desde la limpieza y organización hasta la iluminación adecuada, cada detalle cuenta. Además, la creación de vídeos y fotos de alta calidad contribuye a destacar las características únicas de la propiedad.

Dar de alta y actualizar los inmuebles y las ofertas en la web

La presencia en línea es clave, por lo que registrar y mantener actualizada la información de los inmuebles en plataformas web especializadas maximiza la visibilidad y alcance. Este paso garantiza que la propiedad esté accesible para una audiencia más amplia, aumentando las posibilidades de encontrar compradores potenciales.

Recibir a los clientes y gestionar sus solicitudes

Recibir a los potenciales compradores con profesionalismo y empatía crea una experiencia positiva. Por otra parte, gestionar sus solicitudes implica entender sus necesidades, responder a preguntas específicas y proporcionar información detallada sobre la propiedad.

Negociar precios y redactar contratos

Desde discutir precios hasta acordar condiciones específicas, la capacidad de negociación influye directamente en el resultado final. Además, redactar contratos claros y comprensibles es esencial para formalizar los términos del acuerdo.

Cerrar el proceso ante notario, liquidar impuestos y terminar la compraventa

La fase final del proceso inmobiliario implica la formalización legal de la transacción. Cerrar el proceso ante notario garantiza la validez legal del acuerdo, asegurando que todas las partes cumplan con sus obligaciones. Además, la liquidación de impuestos es un paso crítico para evitar complicaciones futuras. Una vez completados estos pasos, la compraventa se concluye exitosamente, y el inmueble cambia oficialmente de manos.

De esta manera, podemos conocer más concretamente qué hace un agente inmobiliario y a qué se dedica en el proceso de compraventa. Se trata de una figura que no sólo mantiene el funcionamiento general de la inmobiliaria sino que cumple con un papel clave a la hora de acompañar al cliente a lo largo de todo el proceso.

¿Qué diferencia hay entre asesor inmobiliario y agente inmobiliario?

La principal diferencia entre asesor inmobiliario y agente inmobiliario es que el primero no interviene en el proceso de compraventa. Mientras el agente gestiona todo el proceso y acompaña de principio a fin a sus clientes, el asesor se limita a ofrecer su opinión de experto, sin intervenir directamente en las transacciones que se realizan.

Diferencia entre administrador de fincas y agente inmobiliario

Aunque no hay tantas dudas sobre las diferencias entre administrador de fincas y agente inmobiliario, sí que es cierto que todavía hay quién no los distingue. En este sentido, podemos definir al administrador de fincas como el profesional que ofrece servicios sobre la administración y el asesoramiento a quienes poseen viviendas o inmuebles. Sus funciones se extienden también a las comunidades de propietarios.

En cambio, el agente se encarga exclusivamente de la compra y la venta, y en ningún casos sus funciones incluyen la gestión de comunidades o la administración de inmuebles.

Consejos para agentes inmobiliarios

Si estás buscando cómo convertirte en un mejor profesional del sector, a continuación, te dejamos con un par de consejos que podrían serte de ayuda para desarrollarte en este ámbito.

  • ¿Ser API o agente inmobiliario? La principal diferencia está en que el API cuenta con una titulación oficial (expedida por el Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente), pero que no es obligatoria. En cambio, el agente cuenta con una formación especializada en este sector, como los cursos online de inmobiliaria que ofrecemos en Esneca.
  • Cambia el modo de preguntar: Todos los agentes preguntan cuántas habitaciones busca en su nueva casa. ¿No es cierto? Sin embargo, poner un número puede limitarnos mucho nuestro trabajo. ¿Por qué no le das la vuelta y preguntas el uso que se le quiere dar a cada habitación o estancia? Además de “eliminar” la limitación del número, la información que te proporcione el cliente te permitirá buscar viviendas mucho más ajustadas a sus necesidades o deseos.
  • Saber dónde estás: Vender, comprar o alquilar un inmueble es una decisión importante. Para tomarla, el cliente debe sentirse seguro al 100%. Por ello, el profesional debe ser una “fuente de conocimiento e información” para su posible cliente. Es importante que conozcamos el área donde se localiza el inmueble así como su distribución interior.