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La logística externa es una parte fundamental de la gestión de cadenas de suministro. Se centra en las operaciones logísticas fuera de la empresa y abarca todas las actividades relacionadas con el transporte, almacenamiento y distribución de productos desde su producción hasta el consumidor. ¿Te gustaría saber más acerca de esta área? ¡Te lo contamos!

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¿Qué es la logística externa y ejemplos?

La logística externa implica actividades como el transporte de mercancías o la gestión de inventarios. Se centra, como hemos comentado, en todas aquellas operaciones que se producen fuera de la empresa. Un ejemplo de logística externa sería el transporte de productos desde una fábrica hasta un almacén, o directamente a los puntos de venta.

Además, también incluye la gestión de almacenes externos o centros de distribución, donde se almacenan temporalmente los productos antes de enviarlos a los clientes. Estos se ubican estratégicamente con el objetivo de reducir los costes de transporte y acortar los tiempos de entrega.

En este sentido, otro ejemplo de logística externa serían los servicios de terciarización, donde una empresa contrata a un tercero para gestionar todas o algunas de sus operaciones, desde el almacenamiento hasta la entrega final.

Diferencia entre logística interna y externa

La principal diferencia entre logística interna y externa es el ámbito de sus operaciones. La interna se enfoca en la gestión de las actividades dentro de la empresa, como la producción, el almacenamiento y la gestión de inventarios, mientras que la externa se ocupa de las operaciones fuera de la empresa, como el transporte o la distribución.

En otras palabras, la logística interna busca optimizar los procesos dentro de la empresa para garantizar una cadena de suministro eficiente, mientras que la externa se encarga de coordinar el flujo de productos desde los proveedores hasta los clientes finales.

¿Cuándo se aplica?

Se aplica a una amplia variedad de sectores industriales. Por ejemplo, en el sector minorista es fundamental para garantizar que los productos lleguen a las tiendas en el momento adecuado y en las cantidades correctas a fin de poder satisfacer la demanda de los clientes.

Por su parte, en el sector manufacturero, permite gestionar la cadena de suministro y garantizar que los componentes y los materiales llegan a la planta de producción a tiempo para la fabricación.

También es un proceso básico para el comercio internacional, donde se requiere coordinar el transporte de mercancías a través de fronteras y océanos. En este contexto es importante considerar trámites aduaneros y otros elementos del comercio internacional.

En conclusión, juega un papel básico en el comercio actual y conocerla es indispensable para cualquier interesado en desarrollar una trayectoria de éxito en esta área. ¿Es ese tu caso? Entonces, ¡conoce todo lo que te puede aportar nuestra formación especializada!

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