La figura del coach nutricional es clave para asegurar el éxito de los cambios que queremos establecer en nuestros hábitos alimenticios. ¿Sabías que más del 80% de las personas que empiezan una dieta la abandonan? Seguir un estilo de vida sano (y mantenerlo en el tiempo) puede ser más complejo de lo que parece en un principio. Al empezar, la motivación está en su punto álgido, pero va descendiendo poco a poco, y es ahí donde el coaching nutricional puede ayudarnos.
En este artículo, te explicamos qué funciones desarrolla un coach especializado en nutrición, en qué se diferencia de un nutricionista y qué estudiar para desarrollarte como experto en coaching nutricional.
Índice de contenidos
¿Qué es el coaching nutricional?
El coaching nutricional se basa en una forma de apoyo y guía a las personas que deciden iniciar un cambio en su alimentación. Es una disciplina que trata de asegurar los buenos resultados en el seguimiento de un plan dietético, promoviendo la motivación y la gestión emocional para favorecer la relación con la comida en los pacientes.
Por tanto, más allá de la planificación de una dieta pautada por un nutricionista, el coaching nutricional se centra en los aspectos psicológicos que influyen en el paciente al poner en práctica un estilo de vida saludable.
¿Quién es el coach nutricional?
Es un profesional del coaching nutricional que ofrece asesoramiento en los procesos de cambios relacionados con la alimentación y los hábitos saludables. A partir de la aplicación de estrategias, trabaja la motivación, los obstáculos y las emociones que se manifiestan durante el camino hacia el objetivo deseado.
Así pues, un coach nutricional acompaña a las personas que deciden mejorar su alimentación. Un reto que va más allá de modificar los hábitos alimenticios, ya que se trata de una transformación que influye en otros ámbitos de la vida.
¿En qué se diferencia un coach nutricional de un nutricionista?
Un nutricionista es un profesional de la salud con titulación universitaria en Nutrición Humana y Dietética. Está cualificado para diseñar dietas y planes alimentarios según las necesidades de cada persona. Es el especialista que evalúa el estado nutricional del paciente y que aplica un plan dietético adaptado a sus objetivos, necesidades y tipos de patologías.
Por otro lado, el coach o asesor nutricional cuenta con conocimientos sobre hábitos alimentarios saludables, pero no puede prescribir dietas. La función de un coach en nutrición es guiar y potenciar la motivación hacia la consecución de una meta, es decir, asegurar que la persona lleva a cambio su plan dietético de manera satisfactoria.
Normalmente, los dietistas y nutricionistas se forman también en entrenamiento nutricional para poder ofrecer un servicio integral a las personas que necesitan un cambio profundo en su relación con la comida.
¿Qué hace un coach nutricional?
Anteriormente ya hemos avanzado que el coach o asesor nutricional guía y acompaña a la persona durante todo el proceso de cambio nutricional. Este profesional estudia todos los aspectos de la vida del paciente, los cuales pueden que ayudar o obstaculizar la consecución de objetivos dietéticos.
Y ¿en qué situaciones concretas puede intervenir este profesional? Veamos algunos ejemplos:
- Cuando una persona siente que pierde el control sobre su alimentación y requiere ayuda para recuperar la estabilidad.
- En pacientes que desean hacer una transición hacia dietas vegetarianas y veganas.
- En aquellos casos en que se abandona una dieta una y otra vez sin lograr mantenerse en el tiempo y ver los resultados deseados.
- Si hay una falta de motivación y una necesidad de apoyo en el seguimiento de planes dietéticos.
- Para promover la adopción de hábitos saludables y un estilo de vida activo.
Como veremos a continuación, un coach nutricional lleva a cabo diferentes funciones; desde el establecimiento inicial de objetivos hasta la puesta en práctica de los cambios para mejorar la alimentación y la relación con la comida:
Marcar un objetivo realista
Una vez el entrenador nutricional conoce las necesidades del paciente, el siguiente paso es ayudarle a concretar un objetivo realista y compatible con sus expectativas.
El proceso de cambio gira en torno a la persona y a su propia vida y es el camino a seguir para llegar a la meta y cumplir con el propósito deseado.
Motivar a la persona
La motivación es el motor del cambio. Un asesor nutricional se encarga de descubrir aquello que motiva realmente a la persona para potenciarlo y guiarla hacia el objetivo. Se trata de una motivación trabajada e inteligente, capaz de potenciar la fuerza de voluntad para seguir adelante con la transformación.
Identificar los obstáculos
Cuando una persona se embarca en un proceso de cambio tiene que hacer frente a diferentes obstáculos. Saber superar estas barreras sin desanimarse ni abandonar se hace cuesta arriba para muchos. En este caso, un coach en alimentación ayuda a identificar los obstáculos antes de que aparezcan, ya sea la falta de tiempo, el estrés, un entorno que no colabora, entre otros.
Uno de los aspectos que influyen en el éxito de un plan nutricional es la detección de los puntos débiles para gestionarlos a tiempo. Conociendo previamente lo que paraliza a la persona ofrece una clara ventaja para planear como minimizar o evadir esas barreras que van a influir en el proceso.
Así pues, un coach en nutrición asesora para reconocer tanto los propios recursos como los recursos externos que ayudan al paciente a gestionar o eliminar las dificultades que puedan surgir.
Ayudar a gestionar el hambre emocional
Un asesor nutricional se encarga de enseñar a gestionar las emociones para que estas no influyan negativamente en los hábitos alimenticios. De esta manera, este profesional favorece una buena relación con la comida, ayudando a las personas a diferenciar entre el hambre real y el hambre emocional.
Por otra parte, para definir un objetivo lo ideal es trabajar también con los beneficios que se obtienen al cumplirlo. Este es el primer punto de partida para la automotivación y el mantenimiento del esfuerzo a largo plazo. No obstante, el trabajo de las emociones es necesario durante todo el proceso porque es la base del éxito y son las emociones las que influyen en nuestros actos. Solo conociéndonos a nosotros mismos, podemos descubrir las fuentes de nuestra motivación y, a partir de ahí, seguir con fuerza de voluntad hacia la meta deseada.
Promover una actitud positiva
Las emociones definen los actos. La actitud que adoptamos ante un reto marca la forma de pensar y de sentir. En este sentido, un entrenador nutricional ofrece las herramientas para enfocar todo el proceso desde una actitud positiva y optimista. En todo momento, guía y acompaña a la persona para que se mantenga proactiva durante el proceso. Lo que significa que, aunque sabe que no es fácil, sabe también que puede mejorar y confiar en sí misma como principal protagonista del cambio.
Asegurar la continuidad de un plan dietético
En base a este enfoque positivo, el paciente pasa a la acción y actúa con convencimiento real de que puede hacerlo y puede afrontar todo lo que venga. Se conciencia de sus posibilidades de llegar a la meta y lograr su objetivo. Es más, puede conseguir el cambio que anhela en su vida, y que este sea un logro permanente. Porque el verdadero éxito está en conseguir un cambio estable y duradero en el tiempo.
Estudiar un curso de coaching nutricional
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A través de esta formación conocerás las técnicas que utiliza el coaching aplicado al ámbito de la dietética y nutrición. Entre los principales conceptos y áreas de estudio en las que profundizarás destacan las siguientes:
- Alimentación y nutrición.
- Anatomía y fisiología del aparato digestivo.
- Necesidades nutricionales.
- Clasificación de los macronutrientes y los micronutrientes.
- Estado nutricional y bienestar.
- Dietética y nutrición aplicada a diferentes etapas de vida y estados fisiológicos y/o patológicos.
- Aplicaciones del coaching en dietética y nutrición.
- Técnicas básicas de coaching nutricional: objetivos, gestión de emociones, autoestima, motivación, etc.
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