A partir de cierta edad, empiezan a notarse los cambios psicológicos en la adolescencia. Cambios de humor repentinos, necesidad de valoración y el querer integrarse en un grupo son los más comunes, pero no los únicos, que experimentan los jóvenes durante la pubertad. Hoy hablaremos de cuáles son estos cambios en la forma de pensar del adolescente y qué le caracteriza.
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¿Cuáles son los cambios psicológicos en la adolescencia?
Los cambios psicológicos en la adolescencia se empiezan a producir entre los 13 y los 15 años de edad. Tanto chicos como chicas sienten la transformación física de su cuerpo, cómo las emociones surgen a flor de piel, cómo cambia su manera de ver el mundo y de relacionarse con los demás. Aproximadamente, estos cambios se estabilizan cerca de los 19 años.
Las principales características psicológicas de la adolescencia son:
- Pensamiento complejo. La capacidad para pensar en términos abstractos vive un ‘boom’, por lo que el adolescente puede reflexionar sobre situaciones hipotéticas y mejorar su destreza en raciocinio y resolución de problemas.
- Formación de identidad. Esta se convierte en el centro de sus reflexiones, lo que puede llevar a crisis emocionales o cambios repentinos de humor. También comienzan a desafiar las normas parentales, mostrar sus opiniones y buscar la independencia.
- Mayor autoconcepto. Que no significa que sea mejor. La autoestima de los jóvenes suele ser ambigua y muy vinculada a los cambios biológicos que experimenta su cuerpo.
- Emociones intensas y contradictorias. En esta época suelen sentir una gran soledad e incomprensión, muy ligada a la búsqueda de pertenencia. Además, cambia su actitud frente a los cambios biológicos que experimenta su cuerpo.
- Emociones intensas y contradictorias. En esta época suelen sentir una gran soledad e incomprensión, muy ligada a la búsqueda de pertenencia. Además, cambia su actitud frente a los adultos, siendo más agresivos, rebeldes e inestables.
- Exploración de la intimidad. La comprensión de la propia sexualidad es uno de los cambios psicológicos en la adolescencia más destacados. Buscan entender su identidad y sus propios deseos.
- Importancia de la apariencia. La estética y el estilo personal toman un papel muy importante para formar una imagen de sí mismos.
- Disminuye el egocentrismo. La infancia es un periodo egocéntrico y ahora, aunque se mantiene en ciertos niveles, se reduce significativamente y aparece la empatía y la conciencia social.
Consejos de psicología para adolescentes
A la hora de enfocar este periodo del desarrollo es importante tener en mente no sólo los cambios que se producen y los problemas o consecuencias que pueden acarrear, sino también algunos consejos de psicología para adolescentes. Y es que los jóvenes también necesitan herramientas para poder gestionar el torbellino emocional y hormonal en que se ha convertido su cuerpo.
Algunos de los consejos y tips para adolescentes más destacados son encontrar tiempo para sí mismos, meditar y dormir ocho horas al día. Mantener unos buenos hábitos de vida ayudan a controlar el estrés y los altibajos emocionales propios de esa edad. Se trata de aprender a relajar la mente, gestionar los sentimientos y entenderlos para poder abordar cualquier crisis con más herramientas.
Además, hay otros métodos de psicología para adolescentes que ayudan a conocerse, aceptarse y manejarse:
- Fomentar la expresión creativa para dejar fluir pensamientos y emociones.
- Conocer y comunicarse con sus amigos.
- Desconectar del teléfono durante una parte del día.
- Explorar su parte más solidaria en centros comunitarios o trabajo social.
Importancia de la psicología del desarrollo: infancia y adolescencia
La psicología del desarrollo en infancia y adolescencia es importante para entender las particularidades únicas de los más jóvenes. Debido a todos los cambios que se producen en su cuerpo y en su cerebro, resulta indispensable poner en marcha un enfoque diferente que tenga en cuenta sus características.
En este sentido, la psicología del desarrollo y los métodos y técnicas que emplea permiten abordar la salud mental adolescente desde una perspectiva especializada, lo que mejora las perspectivas de la terapia.
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