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La alimentación es un pilar fundamental en el control de la diabetes. Aunque las frutas son consideradas saludables por su aporte de vitaminas, minerales y fibra, no todas resultan adecuadas para quienes padecen esta enfermedad. El principal motivo es que algunas de ellas contienen un alto índice glucémico o grandes cantidades de azúcares naturales, lo que provoca picos de glucosa en sangre difíciles de controlar. Hoy, te traemos las 7 frutas prohibidas para diabéticos que es mejor evitar para mantener un equilibrio adecuado en la dieta diaria.

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¿Por qué los diabéticos no pueden comer ciertas frutas?

Las frutas son fuente de fructosa, un tipo de azúcar natural que, en exceso, puede elevar rápidamente los niveles de glucosa en sangre. Si bien contienen fibra, antioxidantes y nutrientes valiosos, no todas tienen el mismo impacto en el organismo. La clave está en el índice glucémico (IG), que mide la velocidad con la que los carbohidratos de un alimento elevan la glucosa tras ser ingeridos.

En personas con diabetes, consumir frutas con un índice glucémico alto puede generar descompensaciones, necesidad de medicación adicional o riesgos asociados como mareos, fatiga o complicaciones a largo plazo. Otro factor importante es la carga glucémica, que combina el IG con la cantidad de carbohidratos presentes en una porción.

Las 7 frutas prohibidas para diabéticos

Las recomendaciones nutricionales suelen centrarse en elegir frutas con bajo o medio índice glucémico, ricas en fibra y que liberen energía de forma más lenta. En cambio, las siguientes frutas prohibidas para diabéticos son poco aconsejadas, ya que su consumo puede alterar significativamente los niveles de azúcar en sangre. Veamos cuáles son.

Plátano maduro

No se recomienda el consumo de plátano maduro para diabéticos porque, a medida que madura, el almidón del plátano se transforma en azúcares simples, aumentando su índice glucémico. Un plátano muy maduro puede elevar la glucosa en sangre de forma casi inmediata, lo que representa un riesgo de descompensación. Aunque contiene potasio, magnesio y vitamina B6, estos beneficios no compensan el impacto negativo de su carga glucémica en los diabéticos.

Uvas

Las uvas son conocidas por su saber dulce y su aporte de antioxidantes como el resveratrol. Sin embargo, también contienen una gran cantidad de glucosa y fructosa en cada grano. Comer un racimo, aunque sea pequeño, puede elevar la glucosa en sangre de forma rápida.

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Mango

El mango es una fruta tropical rica en vitamina C, vitamina A y antioxidantes, pero también destaca por su dulzor natural. Una sola pieza de mango puede contener hasta 45 gramos de azúcar, lo que la convierte en una fruta poco aconsejable para diabéticos. Si bien aporta beneficios nutricionales, estos pueden obtenerse de otras frutas con menor impacto glucémico, por lo que el mango debe evitarse o consumirse solo en cantidades mínimas y de manera ocasional.

Sandía

Es refrescante, es hidratante, es baja en calorías… pero tiene un alto índice glucémico. Aunque contiene mucha agua, los azúcares que aporta se absorben con rapidez, lo que provoca aumentos bruscos en la glucosa sanguínea. Al ser una fruta típica de verano, muchos diabéticos la consumen sin ser conscientes de su efecto. Además, como suele servirse en porciones grandes, resulta complicado mantener un consumo moderado.

Si bien no es tan peligrosa como otras frutas en cuanto a cantidad de azúcar total, el problema radica en su absorción rápida. Por ello, no es la mejor opción para quienes buscan mantener una glucemia estable.

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Piña

El consumo de piña en diabéticos puede provocar un aumento rápido de glucosa, especialmente si se come en grandes cantidades o en su versión en almíbar, que eleva aún más el contenido de azúcar. Aunque aporta vitamina C y manganeso, es preferible sustituirla por frutas con menos azúcares y efectos más controlados en la glucemia.

Higo

El higo es una fruta que destaca por su dulzor intenso y su aporte de fibra, potasio y calcio. Sin embargo, su alto contenido en glucosa lo convierte en una de las frutas menos recomendadas para personas diabéticas. Consumir varios higos frescos o secos equivale a ingerir una cantidad significativa de carbohidratos de rápida absorción, lo que genera picos de glucosa complicados de controlar. Los higos secos, en particular, concentran aún más azúcar y representan un riesgo mayor.

Chirimoya

Suele consumirse en otoño e invierno, y su sabor agradable se debe a su alto contenido de azúcares naturales, lo que la convierte en una fruta de índice glucémico medio-alto. Una sola pieza puede contener más de 20 gramos de azúcar, lo que resulta excesivo para quienes deben mantener una dieta controlada. Por ello, la chirimoya figura entre las frutas que deben evitarse, priorizando otras opciones más seguras como la manzana verde o los frutos rojos, con un índice glucémico más bajo.

Esto no significa que los diabéticos no puedan disfrutar de frutas en su dieta, sino que deben seleccionarse aquellas con menor índice glucémico. Es crucial tener esto en cuenta a la hora de diseñar un plan de alimentación saludable, equilibrado y, sobre todo, que no suponga un riesgo. ¿Te gustaría aprender cómo hacerlo?

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