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Muchas personas se plantean aprovechar un espacio de su casa para instalar un huerto urbano. ¿Eres una de ellas? Has llegado al lugar indicado. En este post te brindamos todas las claves para cultivar tus propios alimentos. Así estarás seguro de que son saludables, ecológicos y nutritivos. Además, te recomendamos que le eches un vistazo a nuestro máster en agricultura ecológica para que no te pierdas nada.

¿Cómo empezar un huerto urbano? Tips y consejos

El principio de toda plantación urbana es aprovechar el espacio al máximo. Cualquier lugar o rincón tiene su utilidad. Los balcones, las terrazas o los porches son sitios útiles donde colocar macetas, objetos reciclados y reutilizados o cajones. ¿Te animas? ¡Adelante!

Los huertos urbanos representan la conciencia ecológica, el consumo responsable y la seguridad alimentaria. Te damos todos los consejos y trucos para emprender cultivos urbanos cuya máxima es el autoconsumo.

Producir para el consumo propio

Lo primero que tienes que aclarar es qué quieres producir para tu autoconsumo y en qué volumen. No puedes plantar todo a la vez debido al carácter reducido del espacio y también por si supera tus expectativas de autoconsumo.

Te proponemos que decidas qué verduras y hortalizas quieres plantar y cuáles son susceptibles para hacer conservas.

¿Qué ubicación elegir?

Elige una ubicación accesible, resistente y segura. Recuerda que debes estar al tanto del huerto con frecuencia. Además, este debe ser capaz de sostener el peso de los maceteros y el sustrato, aparte de ser un área segura. Presta atención a que el sitio elegido para tu huerta casera esté al resguardo de tormentas, aire u otros “peligros”.

La luz y el agua, esenciales

Son los nutrientes de tus plantas, por tanto, cuídalas con esmero. Busca los rayos de sol. No te preocupes por cuestiones estéticas, sino más bien planta donde la iluminación supere las seis horas diarias.

También debes disponer de un grifo cercano a tu cultivo urbano. Cuanto más extenso sea este, más agua necesitarás. Por lo tanto, te aconsejamos que tengas cercana una fuente de riego que te evite trasladar enormes cantidades de agua. Si, por lo contrario, vas a plantar una cantidad baja, la regadera será tu aliada.

¿Qué hortalizas y verduras quieres cultivar y de qué forma?

Puedes optar por dos variantes: el semillero con el trasplante posterior o la plantación directa. Hay hortalizas y verduras que requieren semilleros como es el caso de los tomates o las lechugas.

No obstante, también existen hortalizas como las zanahorias, el rábano o los nabos que es conveniente que siembres directamente. Asesórate con una persona especializada en jardinería o fórmate con nuestra titulación.

Elige el sustrato más adecuado

Parece obvio, pero si quieres que las plantas crezcan sanas y fuertes, debes proporcionarle los nutrientes necesarios para ello. Estos, además de con el agua y el sol que hemos comentado anteriormente, comienzan con la elección de un buen sustrato. Hay diferentes tipos. En este sentido, has de optar por la proporción adecuada: un 60 % que aporte estructura y un 40 % que actúe como abono.

En el mercado puedes encontrar sustratos específicos para huertos urbanos. ¿Nuestra recomendación? Combina el vermicompost (humus de lombriz) con fibra de coco. Ambos se caracterizan por ser sustratos orgánicos, ligeros y que retienen bien los nutrientes.

¿Cómo proteger el huerto ante insectos y plagas?

Puedes optar por los preparados de plantas. Te proponemos tres: el agua de ortiga, el agua de ajo y el agua de cola de caballo. Ante la posible presencia de hongos y parásitos, macera ortigas, deja reposar durante una semana y fíltrala de 15 a 20 veces.

Contra las enfermedades de naturaleza criptográfica, pulgones, bacterias y ácaros, puedes utilizar una infusión de ajo cuya proporción es de 50 gramos por un litro de agua.

Por su parte, el agua de cola de caballo se emplea también para prevenir y tratar los hongos y parásitos. Para ello has de cocer 100 gramos de planta fresca por litro y medio de agua.

Detecta a tus amigos y enemigos

Poco a poco, observarás cómo llegan a tu plantación insectos de diverso tipo. No todos son perjudiciales. Así, las mariquitas son unos excelentes plaguicidas naturales puesto que se alimentan de pulgones. Otro de los aliados de tu plantación son las abejas. Por el contrario, la presencia de los mencionados pulgones puede acabar con tu proyecto verde.

Los insectos positivos como las mariquitas, las abejas, las luciérnagas y las mantis necesitan alimentación, un refugio y un ambiente saludable. De esta manera, podrán luchar contra los enemigos que siempre llegarán a tu huerto urbano.

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¿Cuáles son los beneficios de una plantación urbana?

El inconveniente de conseguir vegetales que conserven sus propiedades y sabor en la ciudad es uno de los motivos por los que emprender la aventura de un huerto urbano. A ello se suma la necesidad imperiosa de vincularse con la naturaleza.

¿Cuáles son las ventajas de poner en marcha y mantener una plantación urbana?

Más valor a lo que comes

La importancia de tu huerto urbano no radica en la cantidad de la cosecha, sino en su calidad. De este modo, el proceso de cultivo genera mayor conciencia de lo que pones sobre la mesa. Además, cultivar las propias frutas y hortalizas permite entender el valor nutritivo de los productos frescos, además de fomentar el compromiso con el medioambiente.

Aprendes a reciclar mejor

La técnica denominada como compostaje se caracteriza por aprovechar los residuos orgánicos que generas en casa. Esta alternativa de gestión de los elementos biodegradables acoge una doble ventaja: reduce el impacto ambiental de los restos orgánicos y evita la utilización y fabricación de otros productos.

Fortaleces tus vínculos sociales

¿Sabes por qué? Esta actividad, llevada a una comunidad, reduce las tensiones sociales existentes y favorecen la integración social entre grupos que, de otra forma, se encontrarían segregados o discriminados.

En este sentido, la colaboración y el apoyo mutuo son los dos pilares sobre los que se asienta un huerto urbano. En él priman los vínculos entre los miembros de la comunidad frente a la rentabilidad.

En esencia, estas plantaciones en la urbe te acercan a la naturaleza al tiempo que fomentas los vínculos en el seno de tu comunidad, con personas diversas, pero con gustos afines a los tuyos. De hecho, una investigación desarrollada en el seno de una colectividad de Melbourne concluyó que estas actividades llenan vacíos

Por lo tanto, un huerto urbano es un aliado de la sostenibilidad y la protección del medio ambiente. Un amigo al que solo le preocupa crecer para alimentarte y proporcionarte un vínculo más fuerte con el entorno natural y social.