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Se ha acabado el calor y ya estamos de lleno en otoño. Ya no nos apetecen los gazpachos, ni las ensaladas frías y refrescantes del verano. Lo cierto es que durante esta época, los platos fríos que consumimos nos aportan una serie de beneficios que podemos perder ante la llegada del frío. Y es que cuando llega, no solo cambiamos el armario, también cambiamos nuestras despensas y frigoríficos. ¿Estamos siguiendo las recomendaciones de la dietética y nutrición? Te contamos cómo puedes suplir los nutrientes que te pueden faltar ante el cambio de tiempo. ¿Te interesa el ámbito de la alimentación? Entonces no te pierdas nuestro curso técnico en nutrición a distancia y conviértete en un experto. Ahora, veamos cómo puedes distribuir tu despensa para afrontar el invierno.

El cambio de estación según la dietética y nutrición

Como ya comentábamos antes, ya no nos apetecen los platos fríos. Ante la llegada del frío, cada vez olvidamos más las verduras y las ensaladas. Es un buen momento para elegir alimentos que calienten nuestro cuerpo. Ahora, el organismo puede estar más delicado que en otras épocas y se presentan más gripes, resfriados, gastroenteritis y problemas de las vías urinarias. Lo ideal es elegir alimentos que refuercen las defensas tu sistema inmunitario. La suerte es que además de efectivos son deliciosos.

¿Qué tipo de alimentos elegir?

Puedes escoger alimentos de temporada para cargarte de minerales a precios muy asequibles. ¡Es de lo más inteligente, sepas o no dietética y nutrición! Con ellos podrás elaborar preparaciones más energéticas y calóricas con las que enfrentar las estaciones frías. Aquí tienes algunas ideas para que puedas estructurar tus menús de la mejor manera. Intenta siempre que tus planes de alimentación contengan alimentos de cada uno de los grupos que de te presentamos a continuación:

Verduras y hortalizas

– Verduras a tu gusto. Sí, ya sabemos que no apetece prepararte una ensalada con crudos. Sin embargo, piensa en las cremas que puedes cocinar. Preparando crema de verduras puedes ir variando de ingredientes. Además, puedes añadir productos distintos cada día, como algas, semillas, picatostes, jengibre, cúrcuma, cayena o un poco de algún cereal suave. Añade los extras que prefieras. Y recuerda que en invierno encontrarás en su mejor momento la calabaza y las raíces como los nabos, chirivías, zanahorias y remolachas. También puerros, boniatos y crucíferas y verduras de hoja verde. A estas últimas les dedicamos un apartado propio.

– Brócoli y verduras de hoja verde. Lo ideal para conservar sus propiedades es cocinarlos poco. El brócoli lo puedes hacer al vapor y controlar que quede al dente. Sin embargo, siempre depende de tu gusto. Puedes continuar tomando alguna ensalada manteniendo las hojas crudas y verdes y añadirle ingredientes templados. También puedes comerlas salteadas, sin cocer. Por ejemplo, las espinacas, en vez de darles un hervor, puedes simplemente pasarlas rápidamente por la sartén.

– Tomate. Aunque no esté de temporada, sus nutrientes son perfectos para las necesidades del organismo en épocas frías. Combínala con los productos que comentamos antes para que su cantidad de vitaminas C y E no te falte. Mejor tómalo crudo, pero puedes aprovecharlo de muchas maneras: en sofritos, salsas, sopas, acompañamientos…

Cereales, pseudocereales y legumbres

– El trigo sarraceno, la avena y el arroz integral son aliados energéticos para esta temporada de bajas temperaturas. Además, son muy versátiles. Si tomas pan, recuerda que su versión integral es más nutritiva. Y lo mismo aplica para la pasta. Además, puedes interesarte por panes y pastas de otros cereales distintos al trigo, con sabores más potentes. En épocas frías son mejor recibidos estos sabores.

Las legumbres deberían ser un básico en el hogar todo el año. Pero si en algún momento son bien recibidas, es ahora. Por sus características se prestan a guisos muy completos, en los que caben muchos ingredientes nutritivos. Además, pertenecen a ese tipo de comida “confortable”, que te hace sentir bien y te calienta un día frío.

Frutas y frutos secos

Lo ideal es mantener un buen consumo de frutas de temporada. Es la mejor manera de estar surtido de las vitaminas que necesita nuestro organismo. Cualquier técnico en dietética y nutrición te recomendará que las conserves en tus planes de alimentación aunque no te apetezcan en esta época. Aquí tienes algunas alternativas para combinar.

– Para comenzar, surte tu despensa de naranjas y mandarinas para estar preparado frente a los resfriados. La granada no debe faltar: es un potente antioxidante que protege tus células. También es momento de frutos del bosque. Además de tener vitamina C y ser antioxidantes, protegen el sistema urinario. Los arándanos se llevan la palma en esto último.

La manzana y la pera, también cargadas de vitaminas, puedes añadirlas a diferentes platos como las ensaladas. No obstante, también puedes hacerlas al horno o al microondas con canela. ¡Un capricho de los sanos!

– Los frutos secos generalmente los encontramos todo el año en el supermercado. Sin embargo, en tiendas especiales ahora puedes encontrarlos de cosecha reciente. Tanto en estas como en los supermercados, lo que encontramos de temporada son las castañas. Pon especial atención a su consumo. Aun así puedes elegir varios tipos, meterlos en botes herméticos y cada día tomar uno diferente. No tengas miedo a sus calorías. Si controlas las cantidades y comes solo un puñado, no hay problema.

Setas y hongos

Las setas están en su mejor momento, aunque varíen según las zonas. Aprovecha para consumir las que no puedes encontrar habitualmente el resto del año. Además de deliciosas y versátiles, ayudan a aumentar las defensas.

Te hemos acercado algunos alimentos desde la perspectiva de la dietética y nutrición para que prepares tu despensa y frigorífico para el invierno. Estos son los más recomendados, los que más te ayudarán, pero ya sabes que tenemos gran variedad en el supermercado. Recuerda tratar de unir en tu cocina los alimentos más saludables y los que más te gustan. Y, si coinciden, ¡mejor! Comer es un placer y utilizarlo para dar a nuestro cuerpo todos los nutrientes que necesita es una obligación. ¡Cuídate y disfruta de las estaciones frías y todos los alimentos que nos traen!

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