91 005 91 27

La anorexia no solo afecta a adolescentes o adultos, sino que también puede aparecer en edades tempranas. Cuanto antes se detecte, mejor será el pronóstico. Por eso, hoy te contamos qué es la anorexia infantil, cómo identificar sus señales y los tipos que existen. Quédate con nosotros para entender mejor esta condición y cómo una formación en nutrición y dietética contribuye a desarrollar y transmitir hábitos alimentarios saludables, equilibrados y constantes.

Fórmate en psicología infantil y adolescente y aprende a abordar las causas de la anorexia en los niños desde una perspectiva psicológica. ¡Inscríbete y empieza hoy!

¿Qué es la anorexia en los niños?

La anorexia infantil es un trastorno alimentario que se manifiesta en la infancia, generalmente entre los 6 y los 12 años, aunque puede aparecer antes. Consiste en una restricción voluntaria de la ingesta de alimentos y un rechazo persistente a comer que puede afectar al crecimiento, al desarrollo y a la salud emocional del niño.

A diferencia de la adolescencia nerviosa en adolescentes, en la infancia no siempre hay una obsesión por el peso o por la imagen corporal. Muchas veces, el rechazo a al comida está más relacionado con conflictos emocionales, miedo a atragantarse, ansiedad o una necesidad de controlar el entorno.

Algunas causas de la anorexia en niños pueden ser una forma de llamar la atención, como protesta o como reflejo de un entorno familiar muy exigente o desestructurado. Por eso, más allá del síntoma (el no comer), hay que mirar el contexto emocional en el que vive el menor.

¿Qué especialista ve a un niño que no quiere comer?

El especialista que ve a un niño que no quiere comer es el pediatra. Este hará una evaluación general de la salud y, si observa signos preocupantes (pérdida de peso, retraso en el crecimiento, fatiga excesiva), derivará a un equipo multidisciplinar.

El equipo de expertos que tratan la anorexia en niños incluyen nutricionistas infantils, psicólogos, psiquiatras o incluso logopedas, en caso de que existan problemas de deglución o hipersensibilidad oral. En conjunto, todos estos especialistas valoran el estado del pequeño y diseñan un plan que aborden tanto los factores alimenticios como emocionales, conductuales y familiares que puedan estar influyendo en su conducta.

No se trata de que el niño “coma más”. Se trata de entender por qué ha dejado de hacerlo. Y, para eso, es fundamental que los profesionales trabajen en conjunto y de forma coordinada con la familia.

Los trastornos alimentarios en la infancia están creciendo, incluida la prevalencia de la obesidad infantil en España. ¡Conoce más y profundiza!

¿Qué tipos de anorexia hay?

La anorexia infantil puede presentarse de distintas formas, y no todas responden a las mismas causas ni requieren el mismo tratamiento. Los tipos de anorexia más comunes en la infancia son:

  • Anorexia aguda. Suele ser temporal y estar relacionada con un acontecimiento puntual, como una enfermedad, un cambio de colegio o un conflicto familiar. El apetito se encuentra cuando el niño se adapta o mejora su estado físico.
  • Anorexia nerviosa infantil. Es más persistente y preocupante. En este caso, el niño rechaza la comida de forma sistemática, muestra ansiedad en torno a los alimentos, y puede tener pensamientos obsesivos sobre su cuerpo, su imagen o el control que ejerce la no comer.
  • Anorexia funcional. Aparece en niños con personalidades muy rígidas o perfeccionistas. A menudo, va acompañada de rutinas excesivas, miedo a equivocarse y una fuerte necesidad de control. El rechazo a la comida forma parte de un patrón más amplio de inflexibilidad.
  • Anorexia del desarrollo o alimentaria selectiva. No se trata tanto de un rechazo general a la comida, sino de una hiperselectividad. El niño solo acepta ciertos alimentos o texturas y se niega a probar cosas nuevas. No es necesariamente anorexia nerviosa, pero puede derivar en carencias nutricionales si no se trata a tiempo.
  • Anorexia emocional. Está relacionada con la ansiedad, tristeza o estrés. Comer implica emociones, y a veces el niño simplemente no puede gestionarlas. Puede asociarse a duelos, separaciones, acoso escolar o exigencias académicas excesivas.

Identificar el tipo de anorexia es clave para intervenir de forma adecuada. No es lo mismo un niño que no quiere comer tras una gripe, que otro que lleva meses rechazando la comida como una forma de tener el control.

Estudiar los másters y cursos de psicología de Esneca

¿Cómo se identifica la anorexia infantil?

Detectar la anorexia infantil a tiempo puede marcar la diferencia. No basta con observar si come poco o mucho, sino que hay que mirar cómo, cuándo y por qué lo hace. Algunas señales para identificar la anorexia infantil incluyen:

  • Pérdida de peso sin causa aparente.
  • Rechazo sistemático de comidas completas o ciertos alimentos.
  • Evita las comidas en grupo o muestra ansiedad ante la hora de comer.
  • Conductas rituales con la comida: cortar en trozos exactos, masticar excesivamente, esconder la comida, etc.
  • Cambios de humor, irritabilidad o retraimiento social.
  • Obsesión por la imagen corporal (aunque esto es más común en la adolescencia, puede aparecer antes).
  • Fatiga constante, falta de concentración, insomnio.
  • Comentarios negativos sobre la comida o sobre sí mismo.

Además de estas señales física y conductuales, hay que observar el entorno. ¿Cómo son las comidas en casa? ¿Se presiona demasiado al niño para que coma? ¿Hay conflictos en el entorno familiar que puedan estar afectando a su bienestar emocional?

Es importante diferenciar entre una fase evolutiva (como cuando un niño se vuelve “tiquismiquis” con la comida) y un trastorno alimentario real. Si la situación persiste más allá de unas semanas y afecta a su desarrollo, hay que actuar cuanto antes.

Importancia de formarse para prevenirla

La prevención es la mejor herramienta frente a la anorexia infantil. Y para prevenir, hace falta conocimiento. Tanto desde el entorno familiar como educativo y sanitario, es necesario contar con formación especializada en hábitos saludables, señales de alerta y en pautas de intervención temprana que ayuden a abordar este trastorno.

Desde la psicología infantil y adolescente es posible conocer las posibles causas de la aparición de trastornos alimentarios, así como diseñar un plan de intervención adecuado para las circunstancias de cada niño. ¿Te gustaría conocer en qué consiste nuestro programa académico en psicología sin requisitos de acceso? ¡Accede hoy y empieza a transformar tu futuro!

Máster en Psicología Infantil y Adolescente + Máster en Coaching y en Inteligencia Emocional Infantil y Juvenil