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¿Estás cansado de llevar gafas y quieres probar otro método pero no te atreves con el láser? Hoy hablamos sobre el uso y los tipos de lentillas, un producto que cada vez cuenta con más adeptos gracias a su comodidad. Antes de usarlas es esencial acudir a un especialista y dejarse asesorar, ya que cada problema de visión es único y tiene sus propias peculiaridades. El técnico auxiliar de óptica y el optometrista son los encargados de cuidar de nuestra salud visual. Ellos examinaran los defectos de la visión y se ocuparán de escoger el tipo de lentillas que más se adapten a las necesidades de nuestros ojos. Por ello, si te interesa trabajar en este campo profesional, no dudes en estudiar el curso online de auxiliar de óptica ahora y descubre nuevas salidas profesionales. Además, sigue leyendo, porque hoy te hacemos una amplia explicación de las lentes de contacto y sus múltiples formas y ventajas.

Tipos de lentillas según la periodicidad

La principal ventaja de las lentillas diarias es que no necesitan mantenimiento. Al ser de uso diario, una vez nos las quitamos las podemos desechar. Este tipo de lentes están orientadas a sustituir las gafas de forma ocasional, por ejemplo para salir de noche el fin de semana o para practicar deporte. Hay quienes, por ejemplo, solo deben utilizar las lentes cuando trabajan o deben pasar horas delante de una pantalla y se trata de días puntuales.

Las lentillas quincenales o mensuales están destinadas a aquellas personas que quieren y necesitan llevar lentes de contacto a diario. A medida que incrementa la durabilidad baja el precio, y esta es la principal ventaja de este tipo de lentes. El inconveniente es que necesitan mayor mantenimiento e higiene. Además, la visión se va degradando a medida que pasan los días. Una de las prácticas comunes a pesar de ser muy desaconsejado es la de usar las lentillas más días de los que indica el fabricante. Si este es tu caso, te recomendamos encarecidamente que dejes de hacerlo.

Estas lentes son las más usadas, aunque también existen las trimestrales o anuales. En estos casos, la higiene aún es más extrema y se utilizan soluciones de peróxido para limpiarlas. Recuerda que los lentes de contacto son objetos que entran, como así indica su nombre, en contacto directo con tus ojos. Y, como ya sabrás, nuestros ojos son muy sensibles ante agentes externos. ¡Mantén siempre una higiene excelente!

Tipos de lentillas según su fabricación

A parte de por su periodicidad, también podemos diferenciar las lentillas por el material con el que se fabrican:

Las primeras lentes de contacto que salieron al mercado fueron las lentillas rígidas. Aunque son las más utilizadas en casos de astigmatismo, cuesta más que el ojo se adapte a ellas debido a su rigidez. Además, restringen el paso del oxígeno entre la lentilla y el ojo. Una de sus principales ventajas es que se deterioran más lentamente y son fáciles de manipular ya que no se giran del revés debido a su firmeza.

Las lentes de contacto semi-rígidas fueron las segundas en comercializarse y contienen silicona entre sus componentes. Este elemento las hace más flexibles y deja pasar el oxígeno. Aún así, su falta de rigidez las hace menos resistentes y se ensucian con mayor facilidad que las rígidas. Este tipo de lentillas están dirigidas a aquellas personas que padecen de sequedad ocular, ya que no resecan el ojo y reducen la posibilidad de padecer conjuntivitis.

En la actualidad, las lentillas blandas son las más utilizadas. Conocidas también como lentes de hidrogel de silicona, estas lentillas son muy flexibles, se adaptan fácilmente al ojo y permiten una perfecta oxigenación de la córnea. Igual que el resto de lentillas, se recomienda no llevarlas más de las 8 horas recomendadas ya que pasado este tiempo, el ojo suele resecarse igualmente.

Ventajas de utilizar lentillas

La principal ventaja de las lentes de contacto es el confort. Hay mucha gente que no se siente cómoda llevando gafas, ya sea por pura estética o por motivos como el peso, el reflejo o el roce con la piel. Además, las personas que llevan gafas, muchas veces sin ser conscientes, limitan su movimiento por miedo a que se caigan o a romperlas. Sea cual sea el caso, las lentillas son una buena opción a tener en cuenta si queremos evitar este tipo de molestias. No se ven a simple vista, no provocan reflejos y se adaptan fácilmente a nuestro ritmo de vida y rutinas. Se pueden usar en cualquier ocasión, para trabajar, ver la televisión, practicar deporte o salir de fiesta.

Otra de las ventajas es que las lentillas aportan mayor amplitud de visión. Al contrario que las gafas, las lentes de contacto abarcan todo el campo de la retina y no hay ningún espacio que no se pueda ver con precisión. Además, la visión es clara y nítida, incluso en espacios oscuros. Además, con el uso de las lentillas podemos olvidarnos de las gafas de sol graduadas, con un modelo común será suficiente.

Las personas que utilizan gafas saben lo fácil que se ensucian y lo molesto que es cuando se empañan. Con las lentillas, ¡estas molestias pasan a la historia!

Como hemos comentado anteriormente, cada caso tiene sus propias peculiaridades. Hay un % muy pequeño de personas que no toleran las lentes. Antes de renunciar a ellas, lo mejor es acudir al especialista. Él se encargará de decidir si es un problema del producto, es decir, si no se está usando la opción apropiada, o si realmente dicho paciente no las tolera. En ese caso, la persona afectada puede decidir seguir llevando gafas o someterse a una operación láser, una intervención tan rápida como eficaz. Pero de este tratamiento hablaremos otro día, ahora nos centraremos en los posibles inconvenientes de las lentillas.

¿Existen inconvenientes?

En primer lugar, las lentes de contacto provocan sequedad en los ojos en mayor o menor medida. Esta característica se convierte en un inconveniente para aquellos que ya tienden a padecerla antes de utilizar lentes. La causa más común de sequedad ocular es fijar la mirada durante un largo período en una pantalla. Por este motivo, la mayoría de personas que trabajan en una oficina suelen padecerla. Otras causas pueden ser la escasez de lágrima o síntomas de hipertiroidismo, infecciones, cambios hormonales o efectos secundarios de algún medicamento. Por suerte, la sequedad ocular tiene fácil solución: lágrimas artificiales.

El principal inconveniente de las lentillas es su mantenimiento, ya que debe haber una extremada higiene para evitar infecciones oculares. La persona que lleva lentillas debe ser responsable de su mantenimiento limpiándolas diariamente.

Aunque los inconvenientes de las lentes son relativos si se usan correctamente, no se debe abusar de ellas. Es decir, no debemos sobrepasar el tiempo máximo de uso que recomienda el fabricante. Un uso excesivo puede provocar irritaciones, infecciones en el globo ocular o úlceras superficiales. Incluso intolerancia a las propias lentes de contacto.

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